retrato de Giacometti

¿hay algo más frustante que la impotencia? esa sensación que le impide hacer lo que anhela. Cuanto más empeño pone Giacometti más lejos parecen estar sus esperanzas. la experiencia de intentar dibujar la realidad. la naturaleza viva, toda esa esencia tan imperfecta y tan táctil, que está a diario en nuestra retina. ese es el castigo de Sísifo para el artista. era una condena que le obligaba a frustrarse hasta sentirse absurdo,cada vez que intentaba trazar con su pincel el rostro de su amigo. según James, posar para él suponía algo profundamente personal,dado que se llegaba a intimar tanto en las conversaciones que mantenían,que giacometti inducía al modelo a hablar incluso de sí mismo. esa reciprocidad provocaba una intimidad excepcional, un intercambio equitativo. la empatía y conexión que sentían se transmitía cada vez que alberto accidentalmente tiraba el cuadro, y decía al modelo: "¡disculpa!". james, también contribuía, cuandro se rascaba la cara mientras explicaba,que le picaba la cara,"será por las pinceladas que me estás dando en la mejilla". la pasión que alberto giacometti ponía en cada uno de sus brochazos, en los que no paraba de modificar, remodelar y destruir su obra, dan buena muestra de toda la pasión que el maestro dedicaba.

este retrato es de Giacometti, el modelo es Jacques Dupin(1965), y aunque no pudo terminarlo, resulta muy llamativo el acabado de sus ojos, la única parte de la obra a la dedicó más detalle y trabajo, a Alberto le fascinaba la habilidad de ciertos artistas (Cézzane,creo) capaces de representar la fuerza interior, la personalidad o la relación que existía en torno al modelo. al ser esta una de la últimas obras de Giacometti, creo que la profundidad y la dedicación de los ojos del modelo eran con la intención de transmitir no sólo lo objetivo, sino algo de la subjetividad que le unía a Jacques Dupin, aunque él replicaba que si esto sucedía era "accidentalmente, no porque él quisiera".